Job 42:1-6
42 Respondió Job a
Jehová, y dijo: 2 Yo conozco que todo lo puedes, Y que
no hay pensamiento que se esconda de ti. 3 ¿Quién es el
que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no
entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. 4 Oye,
te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás. 5 De
oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. 6 Por
tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza.
En el capítulo 1 Job aparece como un padre piadoso, ministrando como sacerdote a su familia, hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, próspero. ¿Qué mas pedirle a la vida?, en apariencia ya había llegado a su techo y si trasladamos esa situación a la actualidad, podría decirse que había llegado a un estado en el cual solo le quedaba disfrutar lo que había logrado en la vida.
Pero sobreviene a su vida una situación inesperada, todas las calamidades juntas que en un momento comienzan a agotar su paciencia y expresa su queja (capítulo 3), sus amigos, con quienes discute Job, sostienen que su sufrimiento es el resultado del pecado personal, pero Job se defiende y sostiene su inocencia, pero cuando el Señor le habla, recién entiende Job los propósitos de Dios para su vida.
Vemos en Job 42:1-6 el proceso que hace crecer a Job:
“Job respondió”(42:1), dos palabras que muestran mucho:
1. Que Dios toma la iniciativa y siempre nos habla.
2. Que Job escuchó la voz de Dios.
3. Que Job consideró y respondió.
Cuando todo nos va bien, en nuestra soberbia solemos creer que es mérito nuestro y a veces el éxito provoca que dejemos de escuchar la voz de Dios y nos conformemos con nuestro buen pasar, pero Dios siempre tiene algo más para el crecimiento de sus hijos.
“Job reconoció”(42:2-6): cuando escuchó la voz
de Dios, reconoció su Omnipotencia y su Omnisciencia, pudo conocer cosas que al
parecer no sabía o no comprendía. A veces no conocemos lo suficiente a Dios y
por eso no confiamos, nuestra fe es débil. También Job reconoció que había hablado
sin entender de cosas que son demasiado maravillosas, pero que estaba dispuesto
a buscar, a escuchar para aprender, confiado en que Dios le enseñará.
Había tenido una búsqueda superficial,
ahora puede ver más profundamente al Señor y por eso se arrepiente de su
conducta anterior. Job creció en Dios.
Dios siempre me habla, debo escuchar y responder, así podré conocer las profundas riquezas de la sabiduría de Dios, entender sus propósitos, ser enseñado y podré ver la gloria de Dios en mi vida. Job pasó un proceso doloroso para perfeccionar su carácter y entender lo que Dios le quería decir, Dios nos perfecciona en su camino aun en la adversidad.
Que podamos decir cada día como Job: "más ahora mis ojos te ven", con la certeza de Job "te hablaré, te preguntaré y tú me enseñarás". Dios te bendiga