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martes, 9 de febrero de 2021

CRECIENDO EN LA AFLICCIÓN

 Job 42:1-6

42 Respondió Job a Jehová, y dijo: Yo conozco que todo lo puedes, Y que no hay pensamiento que se esconda de ti. ¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento? Por tanto, yo hablaba lo que no entendía; Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía. Oye, te ruego, y hablaré; Te preguntaré, y tú me enseñarás. De oídas te había oído; Mas ahora mis ojos te ven. Por tanto me aborrezco, Y me arrepiento en polvo y ceniza.

En el capítulo 1 Job aparece como un padre piadoso, ministrando como sacerdote a su familia, hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal, próspero. ¿Qué mas pedirle a la vida?, en apariencia ya había llegado a su techo y si trasladamos esa situación a la actualidad, podría decirse que había llegado a un estado en el cual solo le quedaba disfrutar lo que había logrado en la vida.

Pero sobreviene a su vida una situación inesperada, todas las calamidades juntas que en un momento comienzan a agotar su paciencia y expresa su queja (capítulo 3), sus amigos, con quienes discute Job, sostienen que su sufrimiento es el resultado del pecado personal, pero Job se defiende y sostiene su inocencia, pero cuando el Señor le habla, recién entiende Job los propósitos de Dios para su vida.

Vemos en Job 42:1-6 el proceso que hace crecer a Job:

“Job respondió”(42:1), dos palabras que muestran mucho: 

1. Que Dios toma la iniciativa y siempre nos habla. 

2. Que Job escuchó la voz de Dios. 

3. Que Job consideró y respondió. 

Cuando todo nos va bien, en nuestra soberbia solemos creer que es mérito nuestro y a veces el éxito provoca que dejemos de escuchar la voz de Dios y nos conformemos con nuestro buen pasar, pero Dios siempre tiene algo más para el crecimiento de sus hijos.

“Job reconoció”(42:2-6): cuando escuchó la voz de Dios, reconoció su Omnipotencia y su Omnisciencia, pudo conocer cosas que al parecer no sabía o no comprendía. A veces no conocemos lo suficiente a Dios y por eso no confiamos, nuestra fe es débil. También Job reconoció que había hablado sin entender de cosas que son demasiado maravillosas, pero que estaba dispuesto a buscar, a escuchar para aprender, confiado en que Dios le enseñará.

Había tenido una búsqueda superficial, ahora puede ver más profundamente al Señor y por eso se arrepiente de su conducta anterior. Job creció en Dios.

Dios siempre me habla, debo escuchar y responder, así podré conocer las profundas riquezas de la sabiduría de Dios, entender sus propósitos, ser enseñado y podré ver la gloria de Dios en mi vida. Job pasó un proceso doloroso para perfeccionar su carácter y entender lo que Dios le quería decir, Dios nos perfecciona en su camino aun en la adversidad.

Que podamos decir cada día como Job: "más ahora mis ojos te ven", con la certeza de Job "te hablaré, te preguntaré y tú me enseñarás". Dios te bendiga

2 comentarios:

Unknown dijo...

Hola buenas tardes como hago para conseguir sus apuntes policiales..gracias

Omar Enrique Quiroga dijo...

Hola. Puedo imprimirlo pero esta desactualizado porque esta en base al Código de Procedimientos viejo