Vistas de página en total

lunes, 20 de julio de 2020

AMIGOS

Isaías 41:8 Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo.

La palabra amigo deriva del latín "amicus", que a su vez proviene del verbo "amare" (amar) y se refiere al lazo afectivo entre dos o más personas que han desarrollado un vínculo de fraternidad, afinidad, confianza. Un amigo es alguien que nos puede ayudar en las circunstancias difíciles de la vida, además compartir los momentos felices, un amigo nos hace sentir acompañados y fortalecidos, un amigo solo es tal si es para dignificar nuestra vida, para obrar el bien y obtener bienestar.
Tener amigos es importante, pero que Dios sea nuestro amigo, es algo maravilloso, y la Palabra de Dios nos muestra cómo hacerlo.
En Isaías 41:8, Dios llama a Abraham "mi amigo", concepto reafirmado en Santiago 2:23 "Abraham creyó a Dios y le fue contado por justicia y fue llamado amigo de Dios"
¿Cómo llegó Abraham a ser amigo de Dios?
En Juan 15:14 Jesús nos dice "vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando", bajo esa promesa, recordemos el llamamiento de Abraham.
En Génesis 12:1 dice "Pero Jehová había dicho a Abram: vete de tu tierra y de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré". Vaya pedido, dejar todo por una promesa e irse sin rumbo conocido, hay que creer con fe para decidir de inmediato como lo hizo Abram. Hebreos 11:8 dice "por la fe, Abraham, siendo llamado obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba"
He aquí el motivo de la amistad entre Dios y Abraham, éste creyó y obedeció. Dios nos ofrece una amistad especial, como dice en 2º de Crónicas 20:7 "Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre?"
Quienes transitamos la quinta década, miramos atrás y vemos a nuestros amigos de la infancia por un lado, amigos de la escuela, del trabajo, de alguna actividad social, del vecindario por otro lado, muy pocos son amigos de toda la vida,  pues las circunstancias nos llevan a diferentes lugares u ocupaciones laborales interrumpen la amistad. Pero Dios nos ofrece una amistad para siempre, eterna, una amistad íntima, Juan 15:15 dice:"os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os he dado a conocer". Esa amistad íntima se cultiva compartien tiempo,hablando, escuchando, conociendo a Dios. La lectura de la Biblia, la oración y la compañía permanente promueven la amistad con Dios.
Fe y obediencia, creer en su Palabra, son las llaves para iniciar, como Abraham, una amistad para siempre con Dios. Es por su gracia que tenemos la posibilidad de que Dios sea nuestro amigo.
Cree en el Señor Jesucristo como tu único y suficiente Salvador, acepta su sacrificio de sangre en la cruz por tus pecados, su resurrección como único camino a la eternidad con Dios y disfruta de la maravillosa amistad con nuestro creador.