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viernes, 19 de enero de 2024

¿QUE ESTOY MIRANDO?

Salmo 32:8 Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar, sobre ti fijaré mis ojos


 Es la pregunta que el Señor me hizo hoy: ¿Qué estas mirando?, me dijo. Comencé a buscar la respuesta, entendí la diferencia entre "ver" y "mirar". Ver es el uso del sentido de la vista, percibir con los ojos es ver, basta con tener los ojos abiertos para ver, es un acto inconsciente. 

Mirar  es prestar atención a lo que percibo con la vista, es un acto consciente y deliberado, para mirar ejercemos nuestra voluntad. Solo miramos lo que queremos mirar.

Cuando dos miradas se encuentran suceden cosas, así nacen sentimientos, acuerdos, conversaciones, nace la confianza, por eso resulta difícil hablar con alguien que no nos mira.

El Salmo 32:8 dice "Sobre ti fijaré mis ojos, te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar"

El Salmo 33:14-15 dice: "Desde el lugar de su morada, miró todos los moradores de la tierra, él formó el corazón de todos ellos, atento está a todas sus obras"

1° Samuel 16:7 dice que "Jehová no mira lo que mira el hombre, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos, pero Jehová mira el corazón.

Entonces, sobre la mirada de Dios sobre nosotros podemos entender:

1° - Dios mira a todos

2° - Nos mira con atención, con una mirada fija sobre nosotros

3° - Nos mira con propósitos, hacernos entender y enseñarnos.

4°- Nos mira profundamente porque mira nuestro corazón.

5° Nos mira siempre.

Pero... debe producirse ese encuentro de miradas, su mirada sobre mí y mi mirada hacia el Señor, de allí la pregunta: ¿Qué estoy mirando? Me sorprendí mirando los problemas: los míos y de otros, de la sociedad, la economía, la globalización y las redes ayudan a mirar lo que nos rodea y nos llenamos de preocupación, temor, angustia, miramos nuestra enfermedad, nuestra necesidad.

Hebreos 12:2 dice que debemos tener puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe y el Salmo 121 dice que debo alzar mis ojos de los montes, mi socorro viene de Jehová. 

Cuando ponemos los ojos en Jesús, miramos plenamente su rostro y las cosas terrenales pierden valor, porque miramos lo eterno y ello no significa que olvidemos nuestros problemas, sino que confiamos esos problemas al Señor. Lo eterno no es lo que viene, lo eterno ya comenzó, Juan 17:3 dice Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado"

Levanté mi mirada y encontré la suya puesta sobre mí, como lo prometió en su Palabra y así pude dejar a sus pies todas mis cargas, mis preocupaciones, mis angustias, confiado en que el es quien me enseñará el camino en que debo andar, el cuidará de mi, porque para Dios no hay nada imposible.

Gracias Señor, porque cuando fijo mis ojos en Ti, encuentro tu mirada sobre mí, no hay nada mejor que eso.