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martes, 23 de junio de 2020

DIOS ES BUENO


Nahúm 1:7: Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia y conoce a los que en él confían

En la Policía, una vez al año se produce la promoción al grado inmediato superior o ascenso de jerarquía, y esta situación conlleva cambios no solo a nivel individual sino institucional, porque con los ascensos se producen las rotaciones del lugar donde se cumple el servicio. Ante la llegada de un nuevo Jefe de dependencia, el personal suele hacerse la pregunta “¿Qué tal es? ¿Es bueno?” y se ocurren una serie a averiguaciones entre conocidos de la dependencia de donde procede el nuevo jefe.

¿Cómo definimos nosotros si un jefe o un compañero son buenos?
Generalmente lo hacemos en el sentido egoísta, decimos que es bueno si nos conviene, si me hace feliz, el “yo” es el punto de referencia de la “bondad”, el bienestar de los demás no está en nuestra consideración. A veces depende del tiempo, nos importa el hoy, si me complace hoy es bueno, no tenemos consideración del mañana, el próximo mes, el próximo año, no logramos ver que algo que es placentero hoy pueda ocasionar dolor, sufrimiento o pérdida a largo plazo.
Otras veces asociamos lo bueno con amabilidad, buenos modales, cortesía, tolerancia a malos comportamientos, otras veces asociamos la bondad con cualidades como generosidad, humildad, lealtad, pero, ¿Cómo define la Biblia la bondad?

Popularmente se atribuye a Dios una especie de carácter de indulgente benevolencia sin severidad alguna, pero Dios se revela a sí mismo en su Palabra como absolutamente Santo y perfecto, su bondad se revela en sus acciones, todo lo que Dios hace es bueno y justo, pues no puede contradecir su misericordiosa naturaleza. La Biblia proclama la perfección moral de Dios, su generosidad, su misericordia, su gracia, su amor, su inagotable justicia y sabiduría, su ternura, su paciencia y su total suficiencia para todos los que buscan su presencia, todo esto constituye parte de la bondad de Dios.

La mayor expresión de la bondad de Dios es la cruz de Cristo, a los ojos humanos la cruz era una expresión de crueldad e injusticia, pero fue la única forma de redimir a la humanidad de la separación eterna de Dios a causa del pecado. Si vemos el sufrimiento de Cristo en la cruz podríamos pensar: ¿cómo puede ser bueno el sufrimiento de Jesús?, pero cuando vemos la obra terminada nos damos cuenta que fue bueno para nosotros porque era la única forma de reconciliarnos con Dios, que Cristo fuera nuestro sustituto.

El Salmo 34:8 dice “Gustad y ved que es bueno Jehová, dichoso el hombre que confía en él”, la bondad es uno de los atributos de Dios, y está determinada por su carácter, no por nuestra conducta, su bondad no se manifiesta porque “nos portemos bien”, está en su naturaleza y a pesar de nuestros pecados, Dios fue, es y será bueno con nosotros.
Nosotros no somos merecedores de su bondad, no la podemos ganar, pero está disponible para todos sin importar nuestra condición, la bondad de Dios nos acerca a Él y esto se ha manifestado en el sacrificio de Jesús para nuestra salvación su bondad nos ha dado la oportunidad de escuchar su palabra y recibir la vida eterna al aceptar a Jesucristo como nuestro único y suficiente salvador.
En Lucas 18:19, Jesús dice: “Ninguno hay bueno, sino solo Dios”, pero nuestra meta debe ser mostrar la bondad de Dios a otros todos los días, Efesios 4:32 dice “Antes sed benignos unos con otros”, Gálatas 6:10 dice “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos”, Romanos 12:21 “No seas vencido de lo malo, sino vence con bien el mal”
Ser bueno no significa ser débil, sino hacer lo correcto a los ojos de Dios, debemos aprender que las cosas buenas no siempre se presentan como experiencias agradables y felices, a veces viene en adversidad o dificultad, pero Dios las utiliza para bien como dice en Romanos 8:28 “y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”
Si todavía no conoces la bondad de Dios, debes saber que es gratis y está disponible para sus hijos, dice Juan 1:12 “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”, recibe a Jesús y disfruta de su bondad.

lunes, 8 de junio de 2020

APRENDAMOS


Recordemos nuestro ingreso a la Institución Policial, nuestro proceso de aprendizaje. El policía tiene una formación teórica-práctica. Adquiere los conocimientos en el aula y completa el aprendizaje recreando situaciones reales en el campo de instrucción, de modo que todo su ser, no solo su intelecto, se enfrente a una situación problemática que debe solucionar. La práctica consolida, integra y amplia capacidades y saberes, pues ponen en contacto al estudiante con situaciones reales de trabajo para vincular la formación académica con el trabajo real que deberá hacer.
Quiero compartir una porción del relato de la alimentación de los cinco mil narrado en el evangelio de San Juan 6:5-11
Alimentación de los cinco mil.
Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? 10 Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. 11 Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían.
Podemos ver en la Biblia que los Apóstoles convivieron con Jesús, aprendieron escuchándole, pero no fue solo una instrucción teórica, sino que fueron llevados a situaciones reales para vivir la experiencia que Jesús quería enseñarles, como dice Isaías 1:17 Aprended a hacer el bien, los discípulos estaban aprendiendo a hacer el bien del maestro perfecto. Podemos ver un proceso de aprendizaje similar al nuestro.
Observemos el versículo 5, Jesús les planteó la situación problemática “¿De dónde sacar pan para alimentar a cinco mil hombres? Con mujeres y niños se estima que había un mínimo de 15.000 personas, una gran multitud.
De inmediato, el versículo 6 nos muestra la intención de Jesús “les decía para probar a los discípulos”. Recordemos que los discípulos ya había visto milagros hechos por Jesús y habían tenido ocasión de escuchar sus enseñanzas a diario, ya sabían del  poder de Jesús y ahora estaban en el “campo de instrucción” para reafirmar lo que habían aprendido. 
¿Cuál fue la respuesta de los discípulos?
1. Si vemos el pasaje paralelo de Mateo 14:15 los discípulos propusieron “despide a la multitud para que vayan por las aldeas y compren para comer”
2. En el versículo 7 de Juan 6 dice que Felipe respondió  Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco.”
3. Andrés (versículo 8) vio los cinco panes y dos pececillos, pero dijo “¿qué es esto para tantos?
Los discípulos vieron primero los problemas, dar de comer a 15.000 personas humanamente era imposible y pensaron en sus propios recursos, que evidentemente eran pocos. Pero la lección que debían aprender era la fe, que estaba siendo probada, ya habían visto las anteriores señales de Jesús y escuchado sus enseñanzas, era el momento de ver más allá de sus propias fuerzas.
Cuando Dios prueba nuestra fe está ayudándonos a crecer, madurar y desarrollarnos espiritualmente. Jesús les mostró a sus discípulos que tenía una salida, en el versículo 6 dice que Jesús “Sabía lo que había que hacer”  Dios siempre tiene un plan y una solución.
Muchas veces no vemos la salida porque enfocamos nuestra atención en el problema y nuestros recursos humanos y dejamos de mirar al Señor y sus recursos ilimitados.
Jesús les mostró la solución, recostar a las personas, tomar los dos panes y cinco pececillos y repartir entre las personas que se saciaron. Los discípulos obedecieron a Jesús y la obediencia, que es fruto de su fe, obró el milagro. Cuando la fe y la obediencia van de la mano, vemos grandes obras de Dios. 
Las pequeñas cosas que somos y tenemos, en manos de Dios se transforman en grandes maravillas. Su gracia no se manifiesta por méritos humanos, sino por su naturaleza misericordiosa hacia nosotros.
Cuantas veces nos paramos como los discípulos ante una situación semejante, cuantas veces vemos a la Institución Policial, a nuestros camaradas, a las personas que asistimos, como si fueran 15.000 para alimentar y vemos nuestros escasos recursos y “los mandamos que vayan por las aldeas y compren de comer”, cuando nosotros ya hemos recibido a Jesús, “el pan de vida” para compartir con ellos.
Jesús dijo en Juan 6:35 “Yo soy el pan de vida, el que a mi viene, nunca tendrá hambre, y el que en mi cree, no tendrá sed jamás”
Jesús no hablaba de pan físico, que se come hoy y mañana tienes hambre de nuevo, Jesús es el pan de vida eterna, si aún no has tenido un encuentro personal con Jesús, puedes tener una relación personal con Él. Dios te busca para salvarte eternamente  por su gracia. Recíbelo y podrás tener la certeza de su presencia y la esperanza de la vida eterna junto a Él

sábado, 6 de junio de 2020

NO SE DUERME EL QUE ME CUIDA

"No puedo hoy, estoy de guardia y mañana tengo adicional, si no tengo recargo pasado mañana, nos juntamos...". Esta situación es común en la vida de un policía.

Cuando decimos "mi guardia", nos referimos al grupo de policías cuya función es vigilar una persona, una cosa, un territorio. Cuando estamos "de guardia", estamos atentos a lo que pasa, preparados para lo que puede pasar, listos para intervenir en favor de a vida, la integridad física, la seguridad, los derechos y los bienes de la sociedad. Es la acción de guardar, vigilar, tener cuidado de algo para defenderlo

Loable misión del policía, pero las jornadas extendidas de trabajo (guardia, adicional, recargo), producen cansancio. Estudios científicos demuestran que los trabajos en turnos de día y de noche alternados perturban el ciclo normal de sueño-vigilia, el sueño insuficiente produce fatiga excesiva, somnolencia durante la noche o por la mañana temprano, alteración del rendimiento, disminución del estado de alerta, falta de atención, reacciones lentas. Le ponemos actitud y responsabilidad a nuestra tarea, pero el cansancio es el resultado de una situación fisiológica y a veces fallamos... y nos dormimos o nos descuidamos.

¿Y a mí quien me cuida?

El Salmo 121 nos da la respuesta

1 Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?

2 Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.

3 No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda.

4 He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel.

5 Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha.

6 El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche.

7 Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma.

 8 Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre

Nos cuida el creador del cielo y de la tierra, el que hizo los montes, Dios es nuestro guardador

Una de las características más sobresalientes de nuestro guardador se repite 2 veces en el Salmo

ü  No se dormirá el que te guarda (vs. 3)

ü  He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda Israel (vs. 4)

¡Gloria a Dios! Él es quien me cuida, Él es quien está de guardia sobre mi vida, y Él no se duerme ni se adormece como nosotros, por eso debemos tener la seguridad de que cuando surjan peligros, estamos a salvo, porque nuestro guardia está siempre despierto, siempre atento y Él no permitirá que seamos sorprendidos. Que privilegio ser cuidados por Dios. Si ponemos nuestra vida en sus manos nos guardará para que no nos descarriemos, no caigamos, no tropecemos porque Dios será nuestro escudo, nuestro escondedero, nuestro refugio, nuestra torre fuerte

Sombra a tu mano derecha (vs. 5) implica presencia y protección permanente y el final del Salmo nos asegura  que esta protección es continua y perfecta “desde ahora y para siempre”.

Si aún no conoces al Dios guardador de sus hijos, debes saber que Él te ama y te busca, Dios siempre da el primer paso, Él se da a conocer a nuestra vida y por gracia envió a su Hijo Primogénito Jesús para que lleve nuestros pecados muriendo en una cruz, pero resucitando al tercer día y ascendiendo a la diestra del Padre a preparar lugar para aquellos que creen en Él. Juan 1:12 dice: “a todos los que recibieron, a los que creen en su nombre les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios”. Recibe a Jesús  y disfruta del cuidado de Dios.