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domingo, 16 de agosto de 2020

ESFUÉRZATE, COBRAD ÁNIMO Y TRABAJAD

Hageo 2:4 Pues ahora, Zorobabel, esfuérzate, dice Jehová; esfuérzate  también, Josué, hijo de Josadac, sumo sacerdote; y cobrad ánimo, pueblo todo de la tierra, dice Jehová, y trabajad, porque yo estoy con vosotros, dice Jehová de los ejércitos.

La infidelidad del pueblo de Israel, que fue en pos de dioses ajenos, sirviendoles y adorándoles (Jeremías 25:7), tuvo como consecuencia el cautiverio en Babilonia que duró 70 años y la destrucción del templo que había sido construido por Salomón. Ello fue profetizado por Jeremías (Jeremías 25:11-14), Dios prometió por medio del mismo profeta (Jeremías 29:10) que cumplidos los 70 años de cautiverio, los visitaría y despertaría en ellos su buena palabra para hacerlos volver de la cautividad.

Ciro el grande, rey de Persia, permitió a los judíos volver a su patria y reconstruir el templo, iniciándose la obra con gran entusiasmo, pero al morir el rey, fue sucedido por Cambises, quien detuvo la construcción. Por años cesó la reconstrucción del templo, el pueblo de Israel se dedicó a sus asuntos y a embellecer sus propias casas, olvidando el propósito de reconstruir el templo (Hageo 1:6 y 9)

En los días del rey Darío, alrededor del 521 A.C. (Hageo 1:1), Dios exhorta al pueblo de Israel que recapacite sobre sus caminos (1:5 y 7), porque trabajaba duro en sus campos y en sus casas, pero esto no los llevaba a ninguna parte (1:6). La solución a sus problemas estaba en poner a Dios primero en sus vidas, el propósito inicial de reedificar el templo traería bendiciones (1:8-9).

El mensaje de Hageo surtió efecto, el pueblo reanudó la construcción y el templo fue terminado. Dios prometió que Él estaría con su pueblo (2:4) y llenaría el templo con su gloria (2:7) y esa gloria será mayor que la del primer templo (2:9). El templo de Salomón había sido lleno de oro y plata pero el nuevo templo sería más glorioso por la presencia y bendición de Dios. ASÍ OBRA DIOS EN LA VIDA DE SUS HIJOS.

En Hageo 2:4 el Señor le dice a Zorobabel, gobernador de Judá y Josué sumo sacerdote, como líderes en ese momento y al pueblo de Israel, que trabajen en la reconstrucción del templo, indicándole la manera de trabajar para tener éxito:

1. ESFUÉRZATE: No con sus propias fuerzas, sino con la fortaleza de Dios, Isaías 41:10 dice: “Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tú Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.”. Cuando confiamos en nuestra propia fuerza, seguro fracasamos.

2. COBRAD  ÁNIMO: Deuteronomio 31:6 dice “Esforzaos y cobrad ánimo… porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará”. Cobrar ánimo significa “recuperar” el ánimo y está dirigido a quien está desanimado. En Deuteronomio el pueblo estaba desanimado por la cercana muerte de Moisés, en Hageo por el cautiverio y la prohibición de construir el templo. La promesa y la fidelidad de Dios de que está con nosotros siempre, no nos desampara ni nos deja, nos hace cobrar ánimo.

3. TRABAJAD: la falta de fuerzas y el desánimo nos paralizan, nos hacen desistir de cualquier empresa, nos hace pesimistas, cuando nos esforzamos en Dios, cobramos ánimo y trabajamos para su gloria con entusiasmo, optimismo, sin desmayar.

Esta pandemia nos puso en cautiverio, encerrados y con temor, nos quiere dejar sin fuerzas, los policías están trabajando sobre esforzados, con recargos, falta de colaboración social, tensión permanente por el temor al contagio, alejamiento de la familia, desatención a los seres queridos, incertidumbre sobre los tiempos que durará el esfuerzo. Todo ello provoca desánimo y a veces nos quedamos sin fuerza para encarar el servicio diario. Dios te dice ahora, como le dijo al pueblo de Israel en su momento, ESFUERZATE, COBRAD ÁNIMO Y TRABAJAD, yo estoy contigo, no te dejaré ni te desampararé. La sociedad te necesita, confía en la promesa de Dios y busca refugio en Él.

lunes, 27 de julio de 2020

EN EL LUGAR CORRECTO


Salmo 139:5-9: Detrás y delante me rodeaste, y sobre mí pusiste tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; alto es, no lo puedo comprender. ¿A dónde me iré de tu Espíritu? ¿Y a dónde huiré de tu presencia? Si subiere a los cielos, allí estás tú;Y si en el seol hiciere mi estrado, he aquí, allí tú estás. Si tomare las alas del alba y habitare en el extremo del mar, aun allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra.

La imagen de la Institución Policial depende del desempeño de sus integrantes, si éstos cumplen con sus obligaciones, se obtienen reconocimiento y credibilidad social, en cambio, si un policía transgrede la ley se deteriora dicha credibilidad. La imagen de policías involucrados en hechos delictivos, sea por corrupción o abusos, trasciende mucho más que cualquier buen desempeño y hay una tendencia social de generalizar estos actos, construyendo una idea de que la Policía es una institución oscura, donde abundan las malas conductas.
Incluso algunos policías sufren su permanencia en la Institución, temerosos de que esa “oscuridad” los salpique, considerando que la Policía es un lugar difícil para un cristiano. A veces da la impresión de que piensan que Dios “se equivocó” cuando lo puso a trabajar allí.
Todos tuvimos la impresión, en alguna oportunidad de la carrera, de que Dios nos puso allí y se olvidó de nosotros, que nos quedamos solos y no sabemos cómo salir, rodeados de oscuridad e incertidumbre, lo cual provoca temor y a veces angustia,
El rey David reflexiona sobre la omnipresencia de Dios en el Salmo 139:7, con una pregunta retórica “¿A dónde huiré de su presencia?”, el mismo responde refiriéndose a puntos extremos “si subiere a los cielos”, “si descendiere a la tumba”, “allí estás tú”. Dios está en todos lados, también en el lugar donde desempeña su tarea el policía, aún más, nos deja la hermosa realidad del versículo 10 “aún allí me guiará tu mano, y me asirá tu diestra”
Cuando estés pasando por esos momentos, recuerda que la mano de Dios te guía, como dice el Salmo 23:3, “por sendas de justicia por amor de su nombre” y su diestra te sostiene. La fidelidad de Dios es tal, que aunque nos olvidemos de Él y tratamos de caminar solos en medio de nuestras aflicciones, nos promete en Oseas 11:3 “yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos y no conoció que yo le ayudaba”. Recuerda todas las veces que tus fuerzas flaquearon y sentiste que no dabas más, te levantaste porque Dios te tomó de los brazos como quien hace caminar un bebé y en ese momento no te diste cuenta que era Dios quien te llevaba, porque “Jehová va delante de ti, el estará contigo, no te dejará, ni te desamparará, no temas ni te intimides” (Deuteronomio 31:8)
No es casualidad, no fue equivocación, Dios te pensó policía desde antes de la fundación del mundo, Él está contigo siempre. Que el Señor te bendiga.

lunes, 20 de julio de 2020

AMIGOS

Isaías 41:8 Pero tú, Israel, siervo mío eres; tú, Jacob, a quien yo escogí, descendencia de Abraham mi amigo.

La palabra amigo deriva del latín "amicus", que a su vez proviene del verbo "amare" (amar) y se refiere al lazo afectivo entre dos o más personas que han desarrollado un vínculo de fraternidad, afinidad, confianza. Un amigo es alguien que nos puede ayudar en las circunstancias difíciles de la vida, además compartir los momentos felices, un amigo nos hace sentir acompañados y fortalecidos, un amigo solo es tal si es para dignificar nuestra vida, para obrar el bien y obtener bienestar.
Tener amigos es importante, pero que Dios sea nuestro amigo, es algo maravilloso, y la Palabra de Dios nos muestra cómo hacerlo.
En Isaías 41:8, Dios llama a Abraham "mi amigo", concepto reafirmado en Santiago 2:23 "Abraham creyó a Dios y le fue contado por justicia y fue llamado amigo de Dios"
¿Cómo llegó Abraham a ser amigo de Dios?
En Juan 15:14 Jesús nos dice "vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando", bajo esa promesa, recordemos el llamamiento de Abraham.
En Génesis 12:1 dice "Pero Jehová había dicho a Abram: vete de tu tierra y de tu parentela y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré". Vaya pedido, dejar todo por una promesa e irse sin rumbo conocido, hay que creer con fe para decidir de inmediato como lo hizo Abram. Hebreos 11:8 dice "por la fe, Abraham, siendo llamado obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba"
He aquí el motivo de la amistad entre Dios y Abraham, éste creyó y obedeció. Dios nos ofrece una amistad especial, como dice en 2º de Crónicas 20:7 "Dios nuestro, ¿no echaste tú los moradores de esta tierra delante de tu pueblo Israel y la diste a la descendencia de Abraham tu amigo para siempre?"
Quienes transitamos la quinta década, miramos atrás y vemos a nuestros amigos de la infancia por un lado, amigos de la escuela, del trabajo, de alguna actividad social, del vecindario por otro lado, muy pocos son amigos de toda la vida,  pues las circunstancias nos llevan a diferentes lugares u ocupaciones laborales interrumpen la amistad. Pero Dios nos ofrece una amistad para siempre, eterna, una amistad íntima, Juan 15:15 dice:"os he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os he dado a conocer". Esa amistad íntima se cultiva compartien tiempo,hablando, escuchando, conociendo a Dios. La lectura de la Biblia, la oración y la compañía permanente promueven la amistad con Dios.
Fe y obediencia, creer en su Palabra, son las llaves para iniciar, como Abraham, una amistad para siempre con Dios. Es por su gracia que tenemos la posibilidad de que Dios sea nuestro amigo.
Cree en el Señor Jesucristo como tu único y suficiente Salvador, acepta su sacrificio de sangre en la cruz por tus pecados, su resurrección como único camino a la eternidad con Dios y disfruta de la maravillosa amistad con nuestro creador.

martes, 23 de junio de 2020

DIOS ES BUENO


Nahúm 1:7: Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia y conoce a los que en él confían

En la Policía, una vez al año se produce la promoción al grado inmediato superior o ascenso de jerarquía, y esta situación conlleva cambios no solo a nivel individual sino institucional, porque con los ascensos se producen las rotaciones del lugar donde se cumple el servicio. Ante la llegada de un nuevo Jefe de dependencia, el personal suele hacerse la pregunta “¿Qué tal es? ¿Es bueno?” y se ocurren una serie a averiguaciones entre conocidos de la dependencia de donde procede el nuevo jefe.

¿Cómo definimos nosotros si un jefe o un compañero son buenos?
Generalmente lo hacemos en el sentido egoísta, decimos que es bueno si nos conviene, si me hace feliz, el “yo” es el punto de referencia de la “bondad”, el bienestar de los demás no está en nuestra consideración. A veces depende del tiempo, nos importa el hoy, si me complace hoy es bueno, no tenemos consideración del mañana, el próximo mes, el próximo año, no logramos ver que algo que es placentero hoy pueda ocasionar dolor, sufrimiento o pérdida a largo plazo.
Otras veces asociamos lo bueno con amabilidad, buenos modales, cortesía, tolerancia a malos comportamientos, otras veces asociamos la bondad con cualidades como generosidad, humildad, lealtad, pero, ¿Cómo define la Biblia la bondad?

Popularmente se atribuye a Dios una especie de carácter de indulgente benevolencia sin severidad alguna, pero Dios se revela a sí mismo en su Palabra como absolutamente Santo y perfecto, su bondad se revela en sus acciones, todo lo que Dios hace es bueno y justo, pues no puede contradecir su misericordiosa naturaleza. La Biblia proclama la perfección moral de Dios, su generosidad, su misericordia, su gracia, su amor, su inagotable justicia y sabiduría, su ternura, su paciencia y su total suficiencia para todos los que buscan su presencia, todo esto constituye parte de la bondad de Dios.

La mayor expresión de la bondad de Dios es la cruz de Cristo, a los ojos humanos la cruz era una expresión de crueldad e injusticia, pero fue la única forma de redimir a la humanidad de la separación eterna de Dios a causa del pecado. Si vemos el sufrimiento de Cristo en la cruz podríamos pensar: ¿cómo puede ser bueno el sufrimiento de Jesús?, pero cuando vemos la obra terminada nos damos cuenta que fue bueno para nosotros porque era la única forma de reconciliarnos con Dios, que Cristo fuera nuestro sustituto.

El Salmo 34:8 dice “Gustad y ved que es bueno Jehová, dichoso el hombre que confía en él”, la bondad es uno de los atributos de Dios, y está determinada por su carácter, no por nuestra conducta, su bondad no se manifiesta porque “nos portemos bien”, está en su naturaleza y a pesar de nuestros pecados, Dios fue, es y será bueno con nosotros.
Nosotros no somos merecedores de su bondad, no la podemos ganar, pero está disponible para todos sin importar nuestra condición, la bondad de Dios nos acerca a Él y esto se ha manifestado en el sacrificio de Jesús para nuestra salvación su bondad nos ha dado la oportunidad de escuchar su palabra y recibir la vida eterna al aceptar a Jesucristo como nuestro único y suficiente salvador.
En Lucas 18:19, Jesús dice: “Ninguno hay bueno, sino solo Dios”, pero nuestra meta debe ser mostrar la bondad de Dios a otros todos los días, Efesios 4:32 dice “Antes sed benignos unos con otros”, Gálatas 6:10 dice “Así que, según tengamos oportunidad, hagamos bien a todos”, Romanos 12:21 “No seas vencido de lo malo, sino vence con bien el mal”
Ser bueno no significa ser débil, sino hacer lo correcto a los ojos de Dios, debemos aprender que las cosas buenas no siempre se presentan como experiencias agradables y felices, a veces viene en adversidad o dificultad, pero Dios las utiliza para bien como dice en Romanos 8:28 “y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien”
Si todavía no conoces la bondad de Dios, debes saber que es gratis y está disponible para sus hijos, dice Juan 1:12 “Más a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios”, recibe a Jesús y disfruta de su bondad.

lunes, 8 de junio de 2020

APRENDAMOS


Recordemos nuestro ingreso a la Institución Policial, nuestro proceso de aprendizaje. El policía tiene una formación teórica-práctica. Adquiere los conocimientos en el aula y completa el aprendizaje recreando situaciones reales en el campo de instrucción, de modo que todo su ser, no solo su intelecto, se enfrente a una situación problemática que debe solucionar. La práctica consolida, integra y amplia capacidades y saberes, pues ponen en contacto al estudiante con situaciones reales de trabajo para vincular la formación académica con el trabajo real que deberá hacer.
Quiero compartir una porción del relato de la alimentación de los cinco mil narrado en el evangelio de San Juan 6:5-11
Alimentación de los cinco mil.
Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? 10 Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. 11 Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían.
Podemos ver en la Biblia que los Apóstoles convivieron con Jesús, aprendieron escuchándole, pero no fue solo una instrucción teórica, sino que fueron llevados a situaciones reales para vivir la experiencia que Jesús quería enseñarles, como dice Isaías 1:17 Aprended a hacer el bien, los discípulos estaban aprendiendo a hacer el bien del maestro perfecto. Podemos ver un proceso de aprendizaje similar al nuestro.
Observemos el versículo 5, Jesús les planteó la situación problemática “¿De dónde sacar pan para alimentar a cinco mil hombres? Con mujeres y niños se estima que había un mínimo de 15.000 personas, una gran multitud.
De inmediato, el versículo 6 nos muestra la intención de Jesús “les decía para probar a los discípulos”. Recordemos que los discípulos ya había visto milagros hechos por Jesús y habían tenido ocasión de escuchar sus enseñanzas a diario, ya sabían del  poder de Jesús y ahora estaban en el “campo de instrucción” para reafirmar lo que habían aprendido. 
¿Cuál fue la respuesta de los discípulos?
1. Si vemos el pasaje paralelo de Mateo 14:15 los discípulos propusieron “despide a la multitud para que vayan por las aldeas y compren para comer”
2. En el versículo 7 de Juan 6 dice que Felipe respondió  Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco.”
3. Andrés (versículo 8) vio los cinco panes y dos pececillos, pero dijo “¿qué es esto para tantos?
Los discípulos vieron primero los problemas, dar de comer a 15.000 personas humanamente era imposible y pensaron en sus propios recursos, que evidentemente eran pocos. Pero la lección que debían aprender era la fe, que estaba siendo probada, ya habían visto las anteriores señales de Jesús y escuchado sus enseñanzas, era el momento de ver más allá de sus propias fuerzas.
Cuando Dios prueba nuestra fe está ayudándonos a crecer, madurar y desarrollarnos espiritualmente. Jesús les mostró a sus discípulos que tenía una salida, en el versículo 6 dice que Jesús “Sabía lo que había que hacer”  Dios siempre tiene un plan y una solución.
Muchas veces no vemos la salida porque enfocamos nuestra atención en el problema y nuestros recursos humanos y dejamos de mirar al Señor y sus recursos ilimitados.
Jesús les mostró la solución, recostar a las personas, tomar los dos panes y cinco pececillos y repartir entre las personas que se saciaron. Los discípulos obedecieron a Jesús y la obediencia, que es fruto de su fe, obró el milagro. Cuando la fe y la obediencia van de la mano, vemos grandes obras de Dios. 
Las pequeñas cosas que somos y tenemos, en manos de Dios se transforman en grandes maravillas. Su gracia no se manifiesta por méritos humanos, sino por su naturaleza misericordiosa hacia nosotros.
Cuantas veces nos paramos como los discípulos ante una situación semejante, cuantas veces vemos a la Institución Policial, a nuestros camaradas, a las personas que asistimos, como si fueran 15.000 para alimentar y vemos nuestros escasos recursos y “los mandamos que vayan por las aldeas y compren de comer”, cuando nosotros ya hemos recibido a Jesús, “el pan de vida” para compartir con ellos.
Jesús dijo en Juan 6:35 “Yo soy el pan de vida, el que a mi viene, nunca tendrá hambre, y el que en mi cree, no tendrá sed jamás”
Jesús no hablaba de pan físico, que se come hoy y mañana tienes hambre de nuevo, Jesús es el pan de vida eterna, si aún no has tenido un encuentro personal con Jesús, puedes tener una relación personal con Él. Dios te busca para salvarte eternamente  por su gracia. Recíbelo y podrás tener la certeza de su presencia y la esperanza de la vida eterna junto a Él

sábado, 6 de junio de 2020

NO SE DUERME EL QUE ME CUIDA

"No puedo hoy, estoy de guardia y mañana tengo adicional, si no tengo recargo pasado mañana, nos juntamos...". Esta situación es común en la vida de un policía.

Cuando decimos "mi guardia", nos referimos al grupo de policías cuya función es vigilar una persona, una cosa, un territorio. Cuando estamos "de guardia", estamos atentos a lo que pasa, preparados para lo que puede pasar, listos para intervenir en favor de a vida, la integridad física, la seguridad, los derechos y los bienes de la sociedad. Es la acción de guardar, vigilar, tener cuidado de algo para defenderlo

Loable misión del policía, pero las jornadas extendidas de trabajo (guardia, adicional, recargo), producen cansancio. Estudios científicos demuestran que los trabajos en turnos de día y de noche alternados perturban el ciclo normal de sueño-vigilia, el sueño insuficiente produce fatiga excesiva, somnolencia durante la noche o por la mañana temprano, alteración del rendimiento, disminución del estado de alerta, falta de atención, reacciones lentas. Le ponemos actitud y responsabilidad a nuestra tarea, pero el cansancio es el resultado de una situación fisiológica y a veces fallamos... y nos dormimos o nos descuidamos.

¿Y a mí quien me cuida?

El Salmo 121 nos da la respuesta

1 Alzaré mis ojos a los montes; ¿De dónde vendrá mi socorro?

2 Mi socorro viene de Jehová, Que hizo los cielos y la tierra.

3 No dará tu pie al resbaladero, Ni se dormirá el que te guarda.

4 He aquí, no se adormecerá ni dormirá El que guarda a Israel.

5 Jehová es tu guardador; Jehová es tu sombra a tu mano derecha.

6 El sol no te fatigará de día, Ni la luna de noche.

7 Jehová te guardará de todo mal; El guardará tu alma.

 8 Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre

Nos cuida el creador del cielo y de la tierra, el que hizo los montes, Dios es nuestro guardador

Una de las características más sobresalientes de nuestro guardador se repite 2 veces en el Salmo

ü  No se dormirá el que te guarda (vs. 3)

ü  He aquí, no se adormecerá ni dormirá el que guarda Israel (vs. 4)

¡Gloria a Dios! Él es quien me cuida, Él es quien está de guardia sobre mi vida, y Él no se duerme ni se adormece como nosotros, por eso debemos tener la seguridad de que cuando surjan peligros, estamos a salvo, porque nuestro guardia está siempre despierto, siempre atento y Él no permitirá que seamos sorprendidos. Que privilegio ser cuidados por Dios. Si ponemos nuestra vida en sus manos nos guardará para que no nos descarriemos, no caigamos, no tropecemos porque Dios será nuestro escudo, nuestro escondedero, nuestro refugio, nuestra torre fuerte

Sombra a tu mano derecha (vs. 5) implica presencia y protección permanente y el final del Salmo nos asegura  que esta protección es continua y perfecta “desde ahora y para siempre”.

Si aún no conoces al Dios guardador de sus hijos, debes saber que Él te ama y te busca, Dios siempre da el primer paso, Él se da a conocer a nuestra vida y por gracia envió a su Hijo Primogénito Jesús para que lleve nuestros pecados muriendo en una cruz, pero resucitando al tercer día y ascendiendo a la diestra del Padre a preparar lugar para aquellos que creen en Él. Juan 1:12 dice: “a todos los que recibieron, a los que creen en su nombre les dio la potestad de ser hechos hijos de Dios”. Recibe a Jesús  y disfruta del cuidado de Dios.


miércoles, 20 de mayo de 2020

NO PIERDAS LA OPORTUNIDAD



Según el diccionario, OPORTUNIDAD  es el momento propicio para realizar una acción. Las oportunidades suelen presentarse en determinados momentos de la vida y deben ser aprovechadas para evitar un arrepentimiento posterior. Oportunidad es el momento o circunstancia conveniente para algo.
El evangelio de Mateo 25:31 a 46 nos habla del Juicio a las Naciones, el texto es largo, pero vale la pena leerlo todo
El juicio de las naciones
31 Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria, 32 y serán reunidas delante de él todas las naciones; y apartará los unos de los otros, como aparta el pastor las ovejas de los cabritos. 33 Y pondrá las ovejas a su derecha, y los cabritos a su izquierda. 34 Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo. 35 Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed, y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; 36 estuve desnudo, y me cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. 37 Entonces los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? 38 ¿Y cuándo te vimos forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? 39 ¿O cuándo te vimos enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? 40 Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis. 41 Entonces dirá también a los de la izquierda: Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus ángeles. 42 Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me disteis de beber; 43 fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. 44 Entonces también ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos? 45 Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. 46 E irán éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.

En el relato podemos ver a dos grupos de personas, pero el mismo interrogante: ¿cuándo te vimos hambriento, sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel?
Podemos ver también dos conductas, unos ayudaron al necesitado y los otros fueron indiferentes, pero por sobre todo podemos ver que ambos grupos tuvieron LA OPORTUNIDAD DE DECIDIR QUE HACER cuando vieron un hambriento, un sediento, un forastero, un desnudo, un enfermo, un preso y VOLUNTARIAMENTE decidieron mostrar amor por su prójimo o ser indiferentes.
También vemos las consecuencias para cada uno, pero me quiero referir a LA OPORTUNIDAD DE HACER
La función policial nos enfrenta día a día con personas con necesidades, solo concurre a la Policía quien tiene una necesidad que requiere ser satisfecha, vemos personas destrozadas emocionalmente, hambrientos de justicia, de verdad, sedientos de paz, desnudos ante la evidencia de su mal proceder, enfermos de pecados, presos de la droga y la violencia. 
Aprovechemos cada oportunidad cuando la función nos pone frente de gente necesitada y trabajemos para que el Rey de Reyes, cuando venga su gloria, nos diga: “De cierto os digo que en cuento lo hicisteis a estos de mis hermanos más pequeños, a mí me lo hicisteis”
La palabra servicio está presente en nuestro vocabulario policial, en nuestras leyes, en los lemas y publicidades, hagamos realidad esas palabras y sirvamos a Dios para que Jesús nos diga: “Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo” (versículo 34).
Conozco policías que piensan y sienten que mostrar amor, servir al necesitado como hábito de trabajo, tratar de ser justos y ocuparse de su trabajo con diligencia, es un signo de debilidad, sienten que su autoridad se ve menoscabada y es escudan en la indiferencia y la violencia verbal en el trato, también conozco policías que creen que solo se sirve a Dios en el templo, o la iglesia o en su ministerio, pero como leímos en el texto, Jesús no los juzgó por su servicio en la iglesia sino por su servicio en la vida.

CUANDO SE PRESENTE LA OPORTUNIDAD, APROVECHALA.