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lunes, 8 de junio de 2020

APRENDAMOS


Recordemos nuestro ingreso a la Institución Policial, nuestro proceso de aprendizaje. El policía tiene una formación teórica-práctica. Adquiere los conocimientos en el aula y completa el aprendizaje recreando situaciones reales en el campo de instrucción, de modo que todo su ser, no solo su intelecto, se enfrente a una situación problemática que debe solucionar. La práctica consolida, integra y amplia capacidades y saberes, pues ponen en contacto al estudiante con situaciones reales de trabajo para vincular la formación académica con el trabajo real que deberá hacer.
Quiero compartir una porción del relato de la alimentación de los cinco mil narrado en el evangelio de San Juan 6:5-11
Alimentación de los cinco mil.
Cuando alzó Jesús los ojos, y vio que había venido a él gran multitud, dijo a Felipe: ¿De dónde compraremos pan para que coman éstos? Pero esto decía para probarle; porque él sabía lo que había de hacer. Felipe le respondió: Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco. Uno de sus discípulos, Andrés, hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí está un muchacho, que tiene cinco panes de cebada y dos pececillos; mas ¿qué es esto para tantos? 10 Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. 11 Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían.
Podemos ver en la Biblia que los Apóstoles convivieron con Jesús, aprendieron escuchándole, pero no fue solo una instrucción teórica, sino que fueron llevados a situaciones reales para vivir la experiencia que Jesús quería enseñarles, como dice Isaías 1:17 Aprended a hacer el bien, los discípulos estaban aprendiendo a hacer el bien del maestro perfecto. Podemos ver un proceso de aprendizaje similar al nuestro.
Observemos el versículo 5, Jesús les planteó la situación problemática “¿De dónde sacar pan para alimentar a cinco mil hombres? Con mujeres y niños se estima que había un mínimo de 15.000 personas, una gran multitud.
De inmediato, el versículo 6 nos muestra la intención de Jesús “les decía para probar a los discípulos”. Recordemos que los discípulos ya había visto milagros hechos por Jesús y habían tenido ocasión de escuchar sus enseñanzas a diario, ya sabían del  poder de Jesús y ahora estaban en el “campo de instrucción” para reafirmar lo que habían aprendido. 
¿Cuál fue la respuesta de los discípulos?
1. Si vemos el pasaje paralelo de Mateo 14:15 los discípulos propusieron “despide a la multitud para que vayan por las aldeas y compren para comer”
2. En el versículo 7 de Juan 6 dice que Felipe respondió  Doscientos denarios de pan no bastarían para que cada uno de ellos tomase un poco.”
3. Andrés (versículo 8) vio los cinco panes y dos pececillos, pero dijo “¿qué es esto para tantos?
Los discípulos vieron primero los problemas, dar de comer a 15.000 personas humanamente era imposible y pensaron en sus propios recursos, que evidentemente eran pocos. Pero la lección que debían aprender era la fe, que estaba siendo probada, ya habían visto las anteriores señales de Jesús y escuchado sus enseñanzas, era el momento de ver más allá de sus propias fuerzas.
Cuando Dios prueba nuestra fe está ayudándonos a crecer, madurar y desarrollarnos espiritualmente. Jesús les mostró a sus discípulos que tenía una salida, en el versículo 6 dice que Jesús “Sabía lo que había que hacer”  Dios siempre tiene un plan y una solución.
Muchas veces no vemos la salida porque enfocamos nuestra atención en el problema y nuestros recursos humanos y dejamos de mirar al Señor y sus recursos ilimitados.
Jesús les mostró la solución, recostar a las personas, tomar los dos panes y cinco pececillos y repartir entre las personas que se saciaron. Los discípulos obedecieron a Jesús y la obediencia, que es fruto de su fe, obró el milagro. Cuando la fe y la obediencia van de la mano, vemos grandes obras de Dios. 
Las pequeñas cosas que somos y tenemos, en manos de Dios se transforman en grandes maravillas. Su gracia no se manifiesta por méritos humanos, sino por su naturaleza misericordiosa hacia nosotros.
Cuantas veces nos paramos como los discípulos ante una situación semejante, cuantas veces vemos a la Institución Policial, a nuestros camaradas, a las personas que asistimos, como si fueran 15.000 para alimentar y vemos nuestros escasos recursos y “los mandamos que vayan por las aldeas y compren de comer”, cuando nosotros ya hemos recibido a Jesús, “el pan de vida” para compartir con ellos.
Jesús dijo en Juan 6:35 “Yo soy el pan de vida, el que a mi viene, nunca tendrá hambre, y el que en mi cree, no tendrá sed jamás”
Jesús no hablaba de pan físico, que se come hoy y mañana tienes hambre de nuevo, Jesús es el pan de vida eterna, si aún no has tenido un encuentro personal con Jesús, puedes tener una relación personal con Él. Dios te busca para salvarte eternamente  por su gracia. Recíbelo y podrás tener la certeza de su presencia y la esperanza de la vida eterna junto a Él